Kumul, Xinjiang, China; 17 de noviembre de 2012

En esta nueva entrega de las aventuras de Rodamón, Edelrid y Vaude alrededor del mundo en bici conoceremos un nuevo país, China; nuevos personajes, los chinos; y un nuevo y feroz enemigo, el frío chino.

Ya hace dos semanas que se acabaron mis vacaciones en Almaty, Kazajistán. Después de diez días de vivir alejado de la bicicleta, me resultó extraño volver a pedalear. De hecho, el arranque fue un poco accidentado, nunca mejor dicho. Había quedado con los hermanos Marshall, Chris y Stu, que habían pasado unos días en Kirguizistán, para seguir juntos nuestro camino hacia Vietnam. Y cuando solo habíamos recorrido 20 metros, literalmente, un coche salió sin mirar de una calle lateral y golpeó a Stu.

Por suerte no se hizo daño y solo tuvimos que comprar una rueda trasera y unas alforjas nuevas. La conductora, Margarita, estaba muy dolida por lo que había pasado y nos ayudó a arreglar la situación; ¡incluso nos invitó a tomar té y pastas en su oficina, da gusto tener accidentes con gente tan amable!

 Finalmente salimos de la ciudad y recorrimos las últimas etapas por Kazajistán, un país donde ya habíamos pasado casi dos meses y que siempre recordaremos por sus pésimas carreteras, por el viento incesante de la estepa y por la hospitalidad sin límites de sus habitantes (sino, preguntadle a Margarita). El frío había ido en aumento a lo largo de los últimos días, pero cuando cruzamos la frontera estaba nevando por primera vez. A partir de ese momento nos olvidaríamos de lo que es pasar calor.

 La primera parte de China que estamos cruzando es Xinjiang, la provincia autónoma del pueblo uigur. A no ser que ya estéis informados, os interesará saber que aquí viven gentes de distintas etnias, a destacar la uigur, y que la religión mayoritaria es el islam. Al principio nos sorprendió ver las indicaciones de la carretera y los letreros de las tiendas en alfabeto árabe y en pictogramas chinos, pero ahora ya nos hemos acostumbrado.

 A medida que avanzamos hacia el este, también fuimos ganando altura, hasta superar los 2.000 metros en el pintoresco lago Sailimuhu. Después de una primera noche en que acampamos y nos levantamos rodeados de escarcha (se congeló incluso el agua que guardábamos dentro de las tiendas), hemos buscado siempre un techo bajo el cual dormir.

En ocasiones, la temperatura no sube de los cero grados en todo el día: hasta en pleno mediodía se nos hiela el agua de los botellines. Si no hubiera sido por la ropa de invierno que Vaude y Edelrid me enviaron a Almaty, no os estaría contando estas historias. Por suerte, ahora hemos llegado a tierras un poco más cálidas donde la temperatura sigue cayendo muy por debajo de cero durante la noche, pero por los menos durante el día podemos beber sin tener que poner los botellines encima de una estufa.

 Estamos cruzando un sector del Gobi caracterizado por un paisaje muy árido constituido básicamente por planicies de piedra y roca y altos picos nevados. Las poblaciones son muy escasas y tenemos que cargar con bastante agua y comida. Por suerte, la autopista G30 está acabada de estrenar y cuenta con un margen anchísimo en el que caben tres ciclistas pedaleando en paralelo.

A pesar de la desolación del paisaje, cuando encontramos un pueblo o una ciudad siempre nos reciben con sonrisas y nos ayudan a superar la barrera lingüística. Gracias a la amabilidad y la paciencia de los habitantes de esta región, ya hemos aprendido nuestras primeras palabras en mandarín.

Ahora nos quedan un par de días más de travesía del desierto y después llegaremos a la provincia de Gansu, donde seguro que nos esperan nuevas emociones. Así pues, ¡seguimos rodando, fins aviat!

Xavi Narro ha trabajado como guionista en Barcelona TV, Mediapro y, hasta junio, en el programa “APM?” de TV3.

Pedaleará unos 40.000 km por cinco continentes durante 15 meses.

De momento ha recorrido la distancia entre Barcelona y Kumul, 9.714 km, en 112 días.

Podéis seguir su viaje en:

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@Rodamontv