XAVI NARRO – RODAMON – ULTIMA ETAPA

Barcelona, 30 de octubre de 2013

 ¡Hola equipo! ¿Cómo estáis? Espero que muy bien. Yo, un poco triste porque esta es la última crónica que os escribo. Efectivamente, la vuelta al mundo en bici ha llegado a su fin. Después de 456 días y 37.264 km, he regresado a casa.

Pero antes de soltar las lagrimillas os voy a contar cómo ha ido el tramo final de mi viaje, desde Casablanca, en Marruecos, hasta Barcelona. Como recordaréis, pasé unos días de descanso en Toronto, Canadá. Allí conocí a unos cuantos buenos amigos y, por última vez, recorrí la ciudad en busca de una caja de cartón para embarcar la bicicleta en el avión. Después de una escala en Estambul, aterricé en África el 6 de octubre, con bici y todo.

Al día siguiente me encontré con Xavi Normal, a quien recordaréis porque me acompañó durante las dos primeras semanas de mi periplo, desde Barcelona hasta Liubliana. Hacía más de un año que no nos veíamos, y evidentemente, me hizo una ilusión tremenda reencontrarme con él y contar con un compañero de carretera después de tanto tiempo de pedalear en solitario.

Apenas estuvimos una semana en Marruecos, poco tiempo para conocer el país a fondo, pero por lo menos pudimos descubrir una parte poco turística, la costa atlántica desde Casablanca hasta Tánger. Tras mi paso por América del Norte, fue impactante regresar a un país en vías de desarrollo, especialmente cuando nos las veíamos con carreteras medio sepultadas por bancos de arena flanqueadas por pueblecitos de casas de adobe y campesinos ataviados con túnicas de mil colores y esperpénticos sombreros.

También tuvimos ocasión de visitar algunas ciudades importantes, no solo Casablanca sino también Rabat y Tánger, y lugares un poco más turísticos como el pintoresco pueblo costero de Asilah. En todas estas poblaciones nos aventuramos al centro de la casbah, el casco antiguo fortificado, un laberinto de calles estrechas y retorcidas donde se desarrolla la vida comercial y social de los marroquís.

Finalmente llegó el momento de cruzar el estrecho de Gibraltar y regresar a Europa. El ferry nos dejó en Tarifa y de nuevo pudimos gozar de carreteras perfectamente asfaltadas y todas las ventajas del Primer Mundo, incluidos los precios estratosféricos.

En Málaga, Xavi Normal regresó al trabajo y le relevó Scott Hayashida, que el año anterior también había formado parte de la comitiva hasta Eslovenia. Pedalear por el sur de España, bajo un cálido sol de otoño, descubriendo las playas de la Costa del Sol que aún no conocía, y acompañado por otro buen amigo fue todo un lujo. Estaba volviendo a casa como si fuera un paseo por los Campos Elíseos, ¡qué lejos quedaban ya el viento en contra de la estepa de Kazajistán y las crueles temperaturas del Gobi!

En Murcia, el equipo aumentó con la incorporación de Chris y Stu Marshall, los hermanos ingleses que había conocido en la carretera en Asia Central y que me acompañaron tres meses hasta Vietnam. Después de ahorrar durante un año, habían cruzado la península Ibérica en bici en poco más de una semana para poder pedalear conmigo durante las últimas etapas de la vuelta al mundo.

Como veis, esto ya era una fiesta: jornadas fáciles, comidas espectaculares en restaurantes costeros seguidas de largas sobremesas y algún baño en el Mediterráneo en pleno otoño. En València, se nos unieron durante un fin de semana Dídac, el amigo que me acompañó desde Guatemala hasta México DF, y María, una colega de su trabajo. Parecía que la bicicleta era solo una excusa para reunirnos y pasarlo bien. Así llegamos por fin a Catalunya, y la sensación de estar en casa era ya casi completa. Durante las últimas etapas se nos unieron aún más amigos, y el último día, de Sitges a Barcelona, éramos un buen pelotón.

Era el 27 de octubre del 2013, habían pasado 456 días desde que empecé el viaje, y por fin volvía a Barcelona. Ya en la ciudad, todavía más compañeros se sumaron a la comitiva e incluso contamos con un equipo móvil de TV3 que no escoltó para grabar la llegada. Con todo este recibimiento, os podéis imaginar que yo, más que pedalear, sentía que flotaba. Pero el shock fue total cuando finalmente llegué a la plaza de Catalunya. Por supuesto, esperaba encontrarme a mis familiares y amigos, pero la multitud que estaba allí reunida, incluyendo diversos reporteros de distintas cadenas, me sobrepasó.

A partir de ese momento todo fue un torbellino vertiginoso de aplausos, saludos, abrazos, besos… Me encontraba en el mismo punto desde donde había salido un año y cuarto antes, el lugar con el cual tanto había soñado cuando las condiciones eran adversas y cada pedaleada era una tortura. Ya estaba.Ahora ya he tenido unos días para descansar y reflexionar y empiezo a asumir que ya estoy en casa. El primer día que me desperté sin tener que montar las alforjas y subirme a la bici fue realmente extraño, pero ahora también toca seguir adelante.

Quiero aprovechar esta ocasión para agradeceros a todos el apoyo recibido durante estos 15 meses. Sobre todo a Cris, mi novia, que ha estado a mi lado en todo momento y me ha ayudado a acabar en buenas condiciones y también con el blog y los vídeos. También, por supuesto, gracias a mi familia y a mis amigos. Y por último, un abrazo muy fuerte para mis compañeros de Vaude y Edelrid, que confiaron en este proyecto desde el principio y pusieron a mi disposición el mejor material con que se puede contar para dar una vuelta al mundo en bici.

Y esto es todo. Sin olvidar que soy un privilegiado por haber tenido la oportunidad de hacer este viaje, quisiera acabar destacando el placer enorme que ha significado poder realizar mi sueño y también la importancia de la fuerza de voluntad a la hora de perseguir un objetivo de tal calibre. Supongo que con el tiempo seré más consciente de lo que ha representado para mí dar la vuelta al mundo en bici, pero de momento os animo a todos los que tengáis un reto parecido en mente a ir a por él a saco. Yo creo que ya me puedo morir tranquilo. De nuevo, gracias a todos por acompañarme durante estos meses, espero que ahora seáis vosotros lo que seguiréis pedaleando, ¡un abrazo!

Xavi Narro ha trabajado como guionista en Barcelona TV, Mediapro y, hasta junio de 2012, en el programa “APM?” de TV3. Ha pedaleado 37.264 km por cinco continentes durante 15 meses. Podéis aprender más sobre su viaje en:

www.rodamon.tv

Facebook: Rodamón.tv

Twitter: @Rodamontv

Compartir:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn

Relacionado

Senderismo en Sant Miquel del Fai

DIFICULTAD: MEDIA DISTANCIA TOTAL: 18 KM ALTITUD MÍNIMA: 260 m ALTITUD MÁXIMA: 260 m DESNIVEL ACOMULADO: 800m TIEMPO TOTAL: 7H PUNTO DE SALIDA-LLEGADA: Riells del