La segunda prueba de la Copa del Mundo 2017 se disputó este pasado fin de semana en la localidad Austríaca de Vöcklabruck. Durante todo el fin de semana las condiciones climatológicas fueron adversas y constantemente cambiantes. En la fase clasificatoria hubo un momento que pararon temporalmente la carrera por las fuertes ráfagas de viento.

El domingo, día de las semifinales y finales, se despertó con todo el cielo nublado. Las zonas hechas de piedras, hormigón, troncos y bobinas no eran complicadas pero era muy fácil cometer un cinco ya que las puertas eran muy ajustadas y las piedras eran muy estrechas. Además, algunas zonas tenían hasta 9 puertas lo que hacía que, con 2 minutos de tiempo por zona, fueran un poco largas.

La actuación de Tarrés fue muy buena. Solo cometió dos errores en la misma zona, la de bobinas. Aún así, no fue suficiente para entrar entre los 6 primeros y poder disputar la final. Tarrés comenta que estuvo toda la carrera muy concentrado y le permitió acabar todas las demás zonas a 0 pies, aún así, en la zona de bobinas no pudo mantener la concentración y fue lo que le hizo cometer los errores. Tarrés enfoca éstas dos semanas de entreno «a tope» hasta la próxima competición, Copa del Mundo en Francia, Les Menuires, con el objetivo de volver a estar en la final.