SIEMPRE HAY UN PLAN – Osole Visual

Ruta Santa Orosia-Oturia

En esta familia, nos gusta animar a nuestro hijo a afrontar retos en general y de montaña en particular. Y parece que, de momento, le encanta. Y de la misma manera, nos gusta que aprenda a “escuchar” lo que los paisajes de montañas y hombres nos cuentan. Pero, sobre todo, nos gusta que nuestro hijo aprenda que “siempre hay un plan” si sabes encontrarlo.

Quizás sea porque nosotros, Isabel y Martín, nos hemos pasado la vida preguntándonos qué hay más allá del bosque, de un collado o incluso de la cima y disfrutando no solo de los logros, sino de los caminos para llegar a ellos. La verdad es que aún conservamos esa curiosidad. Así que a Fabián no le queda más remedio que acompañarnos, mientras podamos “engañarle”, claro.

En Yebra de Basa y sus montañas Isabel guarda algunos de los mejores recuerdos de su infancia y de su juventud, por eso estábamos allí. Nuestra idea inicial pasaba por visitar en bici algunos de los pueblos remotos y despoblados de Sobrepuerto después de pasar una gran noche de asado en familia. Pagamos en Yebra el acceso a la pista (2€ que ayudan un poquito a su mantenimiento). Nuestro destino en coche era la ermita de Santa Orosia.

Pero los planes no siempre salen como los piensas… La nieve del día anterior, ya derretida, nos obligó cambiar de rumbo. El suelo de los caminos ya se había transformado en barro arcilloso en algunas zonas. “No nos quedaba otra” que ir adaptando la ruta rodando a los lugares por donde podíamos avanzar sin tener que perder 15 minutos quitando el barro de las ruedas. Fabián aprendió rápidamente a detectar el “barro malo”. Y lo hizo exactamente como hemos hecho todos, siguiendo el método “ensayo-error” ¿Un poco desesperante? Sí. ¿Didáctico y revelador? también. Es lo que tiene querer avanzar en cabeza…

El PR hacia Susín del que hicimos parte, parecía firme y por ahí comenzamos a subir tranquilamente, hasta que llegamos a un espectacular mirador sobre Vallibasa, Sabiñánigo y Peña Oroel. Con el afán de ver las cimas más altas del Pirineo cubiertas de nieve al otro lado del collado, avanzamos junto a los postes que marcan el camino, empujando las bicis a ratos hasta que tuvimos la cima de Oturia a la vista. Desde aquí, sin bicis, salvamos los 200 metros de desnivel que nos quedaban para dar con la cima de Oturia. (Uno de los mejores miradores del Pirineo central). Una vez en la cima; té, música y mucho abrigo!!!

Al poco de llegar, una nube densa nos envolvió, estaba claro que no nos iba a dejar ver “más allá de nuestras narices”. Así que, antes de que se pusiera más feo, decidimos volver a por las bicis (Por aquello de no hacer el tonto buscándolas entre la bruma y el frío intenso). Deshicimos el camino hasta Santa Orosia, fue muy divertido. De un paisaje escondido en la niebla pasamos a la magia de los últimos rayos de luz del día con un caldito caliente entre las manos.

Pese a que hubo un momento en el que el día parecía perdido por las condiciones del terreno y la meteo, supimos darle la vuelta y disfrutar de un gran día de bici de Montaña en familia con cima incluida.

Producción y redacción: Isabel Santolaria.

Fotografía y vídeo: Martín Campoy.

Creado por: Osole Visual

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DIFICULTAD: MEDIA DISTANCIA TOTAL: 18 KM ALTITUD MÍNIMA: 260 m ALTITUD MÁXIMA: 260 m DESNIVEL ACOMULADO: 800m TIEMPO TOTAL: 7H PUNTO DE SALIDA-LLEGADA: Riells del