Sydney, Australia; 6 de abril de 2013
¡Saludos, colegas! Espero que estéis todos muy bien. Yo no me puedo quejar, sigo cumpliendo el sueño de mi vida rodando por el mundo. En esta ocasión os escribo desde Sydney, adonde he llegado tras pedalear durante casi un mes por la costa este de Australia. La última vez que os escribí me encontraba todavía en el norte del ingente estado de Queensland. Pues bien, continué bajando hacia el sur a pesar de que el insistente viento de cara convirtió cada jornada hasta Brisbane en una pesadilla. De todas formas, me lo tomé con toda la calma que pude y seguí avanzando a paso de koala.
En este tramo atravesé zonas realmente remotas. A pesar de que la costa este es de las partes más pobladas de Australia, tuve que cargarme de agua y comida para superar etapas de 100 km sin ningún punto de avituallamiento. Eso sí, los enormes bosques de eucaliptus que se extendían entre pueblo y pueblo escondían mil maravillas naturales: canguros, oposums, loros de mil colores… Para evitar el tráfico de la carretera principal, en ocasiones preferí las rutas secundarias que recorrían el interior. Los habitantes de estos lugares inhóspitos, poco acostumbrados a tener visitas ya que la mayoría de turistas no se alejan de la playa, me recibían con una hospitalidad sorprendente.
Desgraciadamente, no puedo decir lo mismo de algunos conductores que pasaban demasiado cerca de mí deliberadamente, me gritaban al llegar a mi altura e incluso me dedicaban gestos obscenos. Aún no entiendo la naturaleza de su odio, pero afortunadamente fueron casos contados. En las ciudades he observado una mayor tolerancia a las bicicletas. Por ejemplo, tanto en Brisbane como en Sydney existían múltiples carriles para bicis y mucha gente escogía este transporte antes que el coche o la moto.Al entrar en Nueva Gales del Sur el viento se calmó un poco y las tormentas también me dieron tregua. Mi ropa empezaba a oler a humedad tras tantos días bajo la lluvia y por fin la pude secar bien bajo el sol.
Y después de un mes de pedalear 100 km diarios llegué a Sydney. La entrada a la ciudad fue un poco agitada, ya que no pude encontrar el acceso al centro para bicicletas y tuve que cruzar la bahía de Jackson por el famoso Puente del Puerto, mientras los conductores me pitaban para recordarme que no podía circular por ahí en bici y yo disimulaba mirando hacia abajo, donde la Casa de la Ópera brillaba bajo el sol de la tarde para darme la bienvenida.Desde entonces he estado descansando y preparándome para cruzar el Pacífico y seguir mi travesía por América. Leire, una amiga de la infancia que ahora vive aquí, me ha acogido en su casa, me ha paseado por la ciudad y me ha llevado de fiesta con sus amigos.
Ha sido bonito estar rodeado de gente otra vez, pero ha llegado el momento de seguir mi camino. El siguiente tramo de mi viaje, de Santiago de Chile a Canadá, promete estar cargado de emociones pero también dificultades. Os contaré tanto las unas como las otras la siguiente vez que os escriba, así que estad atentos porque ¡seguimos rodando!
Xavi Narro ha trabajado como guionista en Barcelona TV, Mediapro y, hasta junio de 2012, en el programa “APM?” de TV3.
Pedaleará unos 40.000 km por cinco continentes durante 15 meses.
De momento ha recorrido la distancia entre Barcelona y Sydney, 21.022 km, en 252 días.
También podéis seguir su viaje en:
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