“SU” ARA SALVAJE – OSOLE VISUAL

Hace un tiempo nos metimos en un gran lío: Ara Salvaje. Podéis ver de qué hablamos en Prime Video y en Vimeo on Demand. Una película documental que habla de la historia del último gran río Virgen que queda en el Pirineo. El río Ara. Una historia hilada por un reto deportivo que recorre el curso del río en bicicleta de montaña, un reto deportivo sin precedentes que rinde culto a la historia de las gentes que pueblan sus orillas, a las montañas que recorre y a la persecución de un gran sueño.

Y decimos gran río porque tiene una extensión mayor a 70 km y virgen porque, a pesar de que la historia no se lo puso fácil y gracias en gran parte a los habitantes del valle del Ara, no llegó a represarse. El verano pasado, mientras Isabel cumplía su labor en la campaña Montaña Segura en el P.N. de Ordesa y Monte Perdido, engañamos a “nuestro pichón” Fabián para hacer una buena parte del recorrido.

Así que, llegado el día lo despertamos a las 04:30 de la mañana y, contra todo pronóstico para sus 9 años salió de la cama de un salto lleno de energía y ganas de afrontar la aventura junto a su papi. Isabel nos llevó hasta “la puerta de Ordesa” en el puente de los Navarros y nosotros volvimos a casa, en Boltaña, dando pedales acompañando el curso del Ara durante algo más de 55km y unos 500 metros desnivel positivo.

Después de hablar con Fernando, uno de los guardas de Ordesa, mientras entrábamos un poco en calor, a las 6:30 comenzamos a rodar por carretera hasta Torla haciendo uso de los frontales persiguiendo las primeras luces del día. Allí, ya con algo más de visibilidad, entramos al antiguo sendero romano que nos llevó hasta Broto.

A partir de aquí empezamos una aventura solitaria por pista hasta el barranco Forcos, cerca de Bergua. En este punto teníamos dos opciones: remontar una vieja trocha maderera hasta la carretera de Bergua o cruzar el río. Buscando algo más de aventura, nosotros optamos por descalzarnos, cruzar el río (¡atención al caudal según la época!) y atravesar unas ruinas con algo de intuición, para por fin, remontar hasta la carretera y descender hasta Fiscal.

Tras un buen almuerzo de torreznos y huevos fritos, nos pusimos de nuevo en marcha volviendo a la margen derecha del río para llegar a Ligüerre de Ara entre sendas y pistas. Desde Ligüerre seguimos nuestra ruta hacia Albella por asfalto salvando unas buenas rampas de subida. En este punto hay una variante por San Felices, pero nosotros elegimos la pista que pasa por el increíble puente colgante de Lacort para, después de atravesar un bosque de robles, alcanzar a ver la iglesia del histórico pueblo de Jánovas que tanto significa para nosotros.

Un refrigerio en la casa del pueblo (la antigua escuela), una “charradeta” con los vecinos y a buscar la margen izquierda, ya por carretera, hasta Boltaña para completar los más de 55 km del tirón de nuestro pichón.

Ingredientes de la aventura:

Transfer hasta el puente de los Navarros. Mejor aún si es hasta San Nicolás de Bujaruelo. ¡Gracias mami!

Calzado ligero para cruzar el Río. Atención al caudal según la época. No siempre será posible.

Un chaval aguerrido con espíritu de aventura. Y unos amigos esperando en Boltaña con un buen asado.

Producción y redacción: Isabel Santolaria.

Fotografía y vídeo: Martín Campoy.

Creado por: Osole Visual.

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