Hay algunos puertos de bici que tienen un encanto que va más allá de la propia carretera, el paisaje o la dureza. Tienen ese “algo” que les hace especiales, mágicos y que atrae a miles de ciclistas ya sean profesionales, amateurs o simples turistas vestidos con maillot.
SIERRA NEVADA
Si hablamos de puertos clásicos por su dureza, uno de los que nos viene a la mente es el Galivier, subiendo por el Telegraphe. En el sur de la península hay un puerto, no particularmente conocido que puede competir con él en cuanto a dureza. Se trata de la subida desde Granada a Sierra Nevada, a la que se le puede añadir un plus llegando al Veleta, a pesar de que el tramo final podría considerarse casi trail-running.
Hay tres rutas posibles, según la dureza y distancia, si bien la guindilla del pastel se la lleva la subida por el Purche enlazando con el Collado de las Sabinas y la bajada por las Hazas Llanas a Güejar Sierra, o al revés. En total una subida de casi 50 km y 2800 metros de desnivel positivo, con pendientes de hasta el 17% (en la subida por Monachil) o hasta el 21% subiendo por las Hazas Llanas.
¿Y, para acabar la ruta, qué mejor que unas tapas con vistas a la Alhambra?