Aunque Georgia está a 3.800 km de España, es bastante fácil llegar allí, desde Barcelona hay un vuelo directo de 4:30h a Kutaisi, la tercera ciudad más poblada de Georgia y una de las ciudades habitadas más antiguas del mundo. Llegamos a última hora de la tarde y nos dirigimos a Batumi, capital de la región de Adjara, situada en la costa del Mar Negro. Dormimos en el “Hotel Divan Suites”, y a la mañana siguiente cargamos de nuevo todo el equipaje en los coches y nos dirigimos a Goderdzi.
Es un viaje agradable ya que pasas por pueblos pequeños, hermosas montañas y el camino se vuelve más y más difícil cuanto más cerca de Goderdzi estás porque no está asfaltado, aún así, los coches 4×4 no tendrán problemas en llegar y se convierte en una excursión off-road.
GODERDZI
Llegamos en el hotel Ambassadori Goderdzi alrededor del mediodía, hicimos el “check-in”, comimos algo rápido, preparamos todo el equipo y nos dirigimos directamente al telecadira. La estación de esquí de Goderdzi está situada a una altura de 1.724 m y sube a 2.364 m, y, con solo dos remontes puedes encontrar interminables líneas de freeride fuera de las pistas. Estuvo nevando toda la noche y encontramos buena nieve polvo, estábamos emocionados y la nieve no defraudó. Hicimos un par de bajadas mientras tomábamos fotos y videos y disfrutábamos de las increíbles vistas del valle de Goderdzi.
Después de la puesta de sol esquiamos hasta la puerta principal del hotel y nos dirigimos al spa para relajarnos un poco.
Pasamos los siguientes dos días con la retrac, adaptada para llevar 10 personas. El terreno no es muy empinado pero es muy divertido ya que la retrac te puede llevar casi a donde quieras y no paramos de hacer bajadas en medio de las casitas, los bosques y algunas áreas abiertas donde se pueden hacer giros rápidos y largos. Disfrutamos cada segundo. El martes fue un “bluebird day” sin viento y se podía ver todas las montañas de alrededor, hacía calor pero las condiciones de la nieve eran muy buenas, no había nadie y podías elegir tantas líneas diferentes como quisieras. En la zona de Goderdzi casi no hay riesgo de avalancha por lo que era como un gran parque de recreo, solo teníamos un punto de encuentro con la retrac, el resto era de libre elección.
El miércoles tuvimos un par de horas de sol por la mañana y luego entró la niebla y empezó a nevar, fuimos haciendo bajadas por las partes del bosque donde teníamos más visibilidad para esquiar. Comimos algo rápido después de una larga mañana y volvimos a subir a la retrac para ver la puesta de sol desde el punto mas alto. Es increíble como el paisaje puede cambiar con los colores cálidos del atardecer. En esta zona hay muchas pequeñas cabañas de madera que los agricultores utilizan solo durante el verano para trabajar en los campos con el ganado. Esto crea un paisaje muy bonito y
diferente de lo que estamos acostrumbrados donde se ven todas las pequeñas cabañas cubiertas de nieve.
DÍA DE VIAJE
El jueves fue un día de movernos, desde la parte sur de Georgia hacia el norte, hasta el Gran Cáucaso. El plan era salir de Goderdzi por la mañana, comer en Batumi y conducir hasta Mestia. Fue un día largo pero aprovechamos el día de descanso para cargar pilas para la segunda parte del viaje. También fue genial para conocer mejor la cultura georgiana ya que pasamos por zonas muy diferentes. Llegamos tarde por la noche a Mestia, cenamos en el hotel y nos fuimos a dormir.
MESTIA
Al día siguiente nos dirigimos a la estación de esquí de Tetnuldi. Aquí ya se respiraba otro ambiente: una estación de esquí mucho más grande, montañas mucho mas altas con más pendiente y más gente, aún así en ningún momento hicimos cola o nos tuvimos que esperar para coger un silla. Cuando nos despertamos el cielo estaba cubierto de nubes, sin embargo, cuando tomamos el segundo silla hasta la cima del “resort”, cruzamos la capa de nubes y vimos dónde estábamos realmente. Teníamos unas magníficas vistas del monte Tetnuldi (4.858 m), el monte Ushba (4.737 m) y
otras montañas del Gran Cáucaso.
Durante todo el viaje Vagabond Adventures se encargó de guiarnos y de toda la logística del viaje y fue una de las mejores decisiones que tomamos; conocían el terreno a la perfección ya que habían esquiado por estas zonas toda su vida. Además no solo existe un alto riesgo de avalancha en esta zona, sino que es muy fácil perderse en el bosque así que ir con ellos no teníamos que preocuparnos tanto por estas cosas. Pasamos todo el día esquiando fuera pista y disfrutando de la nieve polvo de Georgia. Después comimos un par de khachapuris de queso y carne y volvimos al hotel a descansar, antes de cenar, fuimos a dar una vuelta por Mestia donde compramos algunos souvenirs.
El último día de esquí fuimos a la estación de esquí de Hatsvali. Hicimos un par de bajadas por unas pistas planchadas impecables con unas vistas alucinantes de la montaña Ushba y luego nos pusimos las pieles y hicimos un poco de esquí de travesía. Fue corto pero suficiente para saber que la zona tiene mucho potencial y mil lugares para explorar entre grandes montañas.
FÁCIL, NO ES CARO Y MUY DIVERTIDO
Después de una semana en Georgia, podemos decir que el país superó con creces nuestras expectativas, y no solo en cuanto a la nieve. Nos encantó la comida, todos los tipos de khachapuris que probamos (queso, carne y judías), también nos hicieron una masterclass de Khinkali y nos encantó, hacerlos y comerlos. También los postres Churchkhela (dulce a
base de zumo de uva y nueces), todo tipo de carnes con diferentes salsas y condimentos como Ostri, y el que nos enamoró a todos, Shkmeruli, pollo crujiente con crema de leche y salsa de ajo. El plato de pollo más delicioso
que hemos probado.
Además, la gente es súper encantadora, siempre te invitan a probar su vino casero o el vodka local, y, aunque no hablen inglés ni español siempre te reciben con una gran sonrisa y se nota que eres más que bienvenido. En conclusión, fue un viaje increíble a un país que es como una joya escondida y sabemos que volveremos el próximo año. Queremos saber más sobre el país y disfrutar de todo lo que tiene por ofrecer; mucha nieve, comida deliciosa, gente encantadora, paisajes asombrosos, terreno aventurero y cultura fascinante.