Lo que hace interesante la ruta con este nombre tan curioso es la poca cantidad de trazados así que se encuentran en Riglos, la poca información que hay de ella y lo desapercibida que pasa en el mallo Frechín. Nosotros sólo disponíamos de la reseña original. Después de escalarla, Miguel Madoz, uno de sus aperturistas, nos cuenta que podría ser, quién sabe, la segunda repetición.
Se trata de una buena ruta de autoprotección sobre roca mediocre. Aunque tiene algunos bolts protegiendo los pasos difíciles, el resto de las dificultades a superar piden ingenio y valentía. Nosotros encontramos podridos la mayoría de los puentes de roca emplazados, afrontando una mayor exposición. El cordino que llevábamos sólo nos permitió cambiar algunos de ellos.
A las 10 de la mañana estábamos bajo esta cara sombría del Frechín intentando adivinar el trazado sinuoso de la vía. No sin estar a punto de la caída, y desmintiendo su apariencia fácil sobre la reseña, conseguimos hacer todos los largos a vista. Aparte del juego completo de friends, nosotros cogimos unos cuantos tri-cams, que, por cierto, son idóneos para las diferentes oquedades que ofrece la roca de Riglos. Felicidades a los aperturistas.
L1. 45 m, 6b: seguir el canal-diedro de la vía del Silencio. Cuando esta se va a la derecha, flanquear a la izquierda por terreno fácil en busca de un puente de roca bajo un muro vertical . Subir recto por terreno algo desplomado y con poca posibilidad de emplazar muchas piezas.
L2. 25 m, 6b: escalar de derecha a izquierda repetidas veces. Largo bastante homogéneo en dificultad. Seguramente sea el más fácil de los graduados en este nivel.
L3. 30 m, 6c: un largo realmente excelente. Sin duda denota la buena intuición del aperturista. Escalar, siempre con gesto, las cuevas de la izquierda. Flanquear a la derecha para superar un desplome difícil. Llegar a una repisa y superar un pequeño techo.
L4. 25 m, 6b: largo corto y desplomado que permite buena colocación de piezas. Eso sí, vamos a encontrar un movimiento difícil para superar el desplome que lleva a la gran repisa. Montar la reunión con un empotrador y un puente de roca.
L5. 40 m, 6b: llegar en autoprotección por terreno fácil hasta 4 chapas seguidas. Superar los movimientos difíciles y seguir en travesía escalonada hacia la izquierda asegurándose de la mejor manera posible.
L6. 30 m, 5+: caminar unos metros por la repisa hacia la izquierda hasta un punto débil que conduce a una fisura rota. Escalarla con cuidado y superar un pequeño desplome seleccionando la mejor roca. Continuar por terreno tumbado hasta la cima.
Para el descenso es necesario subir de W a E hasta la cima de la Visera. Luego bajar por la normal siguiendo el sistema de canales que desemboca en el collado del circo de Verano. Desde aquí, ya por terreno muy marcado, bajar hacia el S rodeando la Visera y el Frechín hasta el pueblo.
Guille Cuadrado