El gran atractivo de los picos del Infierno es su forma piramidal y el baño de mármol que los hace bien visibles desde zonas como el Midi d’Ossau.
Para esta excursión aparcaremos el coche en el balneario de Panticosa (1.637 m), tomaremos el GR-11 que va hacia el norte y que transcurre paralelo al barranco de Caldarés. A unas 2 horas de trayecto, pasando la cascada del Pino, llegaremos al ibón Bachimaña (2.197 m) y al refugio guardado del mismo nombre. Seguidamente alcanzamos el ibón Bachimaña superior y lo bordeamos hacia el NW por terreno llano. Sin desviarnos del GR-11, en el punto más occiental del embalse, nos desviaremos hacia el W para alcanzar, en 40 minutos más, los ibones Azules ( 2.400 m).
Seguiremos nuestra andadura hacia el W en fuerte subida por pedregales y neveros hasta el collado de Tebarray (2.722 m). Aquí seguiremos hacia el SE buscando el camino más lógico, y sin dejar de zigzaguear, hasta los picos del Infierno ( 4h 30’ aprox.). Una vez en la cima, y contra toda apariencia, la cresta para enlazar las diferentes puntas es de lo más atractivo y no presenta ningún tipo de dificultad. Primero el pico NW (3.075 m), luego el central (3.083 m) y finalmente el SE (3.079 m). Se ha de prestar atención a la marmolera si está mojada ya que se convierte en una zona muy resbaladiza.
Desde la cima SE seguiremos cresteando y, tras superar una brecha algo expuesta (1 pitón emplazado), llegaremos al pico de los Arenales (3.002 m). Desde aquí, la vista de los ibones de Pondiellos es impresionante y más si se pasa por aquí después del mediodía. Seguiremos cresteando hasta el pico de Pondiellos (2.917 m) y bajaremos hasta el collado de Pondiellos (2.812 m). En este punto empezaremos el descenso directo, de 1.500 m de desnivel, hacia el este en una senda difusa marcada con fitas hasta el Balneario.
Material técnico necesario: cuerda de 20 metros para trabajar en corto.
Horario aproximado: 10h
Guille Cuadrado