Gravel por los Monegros

A mediados de abril se junto un grupo de ciclistas de lo más peculiar para pedalear durante dos días al estilo Gravel/Bikepacking. La iniciativa venia de la mano de Mont Editorial que quería darnos a conocer una de sus rutas diseñadas para su colección Gran Gravel, y en esta ocasión lo hicimos por los Monegros.

Entre el pelotón había figuras que yo considero  de cierta relevancia, entre ellas, Jordi, el creador de la primera guía para cruzar el pirineo en BTT (1996), Eliseu, creador de la CAT700 y La Gran Vertical, Ernesto, el alma mater de Montañas Vacías, Javi, de Montsec Bikepacking Loop, Sergio, de Con Un Par de Ruedas o la bici-dibujante Nuria @bikesketching, y algunas amistades invitadas entre las cuales pude colarme para ver si se me pegaba algo bueno de ellos. En total 15 ciclistas con ganas de cachondeo.

De todos ellos me gustaría destacar a Nuria, una chica que no le asustan los grandes recorridos y que en lugar de echar fotos, se para, saca su libreta y dibuja todo aquello que le llama la atención. Me consta que a veces pinta menos de lo que le gustaría, de no ser así, gastaría más lápices que neumáticos.

Y la verdad es que fue un lujo de fin de semana si dejamos de lado el hecho que durante el primer día peladamos con un cierzo en contra de campeonato… con rachas de 70 km/h… Aun así, el ambiente en el grupo fue genial, sin prisas, disfrutando de la ruta, las anécdotas y muchas risas.

Empezando en La Almonda nos dirigimos a Castejón de Monegros y La Lanja, para después recorrer las entrañas de la sorprendente Sierra de Alcubierre con unos paisajes muy distintos a los que yo conocía de Monegros. Pistas encantadoras escondidas en pequeños valles que te llevan a lo alto de la sierra donde descubres una gran perspectiva sobre gran parte de los Monegros. El día lo terminamos en Leciñena donde nos alojamos en el Albergue Hospedería de Nuestra Señora de Magallón, no sin antes coronar la última emboscada del día. Un lugar con una historia igual de fascinante que sus vistas y unas anfitrionas excepcionales con un gran proyecto entre manos.

Por suerte el segundo día jugamos en el cierzo a favor, cosa que se agradece un montón… la ruta nos llevó de Leciñena a Perdiguera, Farlete, Monegrillo y de vuelta a La Almonda. Donde descubrimos el paisaje árido, llano y rodador, más típico de Los Monegros.

El ritmo suave para seguir con las charlas, divagaciones, anécdotas y risas, junto con alguna parada técnica para la cata de torreznos y otros manjares típicos de la zona marcaron la tónica de la jornada. Fue imposible eludir las buenas costumbres de figuras ciclistas tan destacables como las que formaban el grupo. En estos encuentros siempre se aprenden maneras nuevas de vivir el ciclismo.

Yo creía conoces Los Monegros, pero una vez más me sorprendieron gratamente. Un lugar semidesértico y poco concurrido que esconde sorpresas y que paradójicamente, la sensación de estar en un lugar deshabitado no la tienes rodando por sus pistas, más bien la sientes al cruzar las poblaciones donde se intuye vida pero que no se ve.

Texto: David Casalprim. Fotos: Sergio Fernandez (Con un par de Ruedas), Javi Castillo (Montsec Bikepacking Loop), Nuria Galbé (@bikesketching) y David Casalprim.

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