La magia del troll es antigua; es la magia del viento, de la tormenta, de la lluvia y de la niebla. Es la magia de las noches oscuras y del largo invierno. Es la magia de la piedra y de la tierra.En el macizo del Trolltindene, en el valle de Rauma, en Noruega, se encuentra el Trollveggen, también conocido como Troll Wall, la pared vertical más alta de Europa. La leyenda detrás de ese nombre es una historia dramática.
Subiendo a contracorriente el río Istra desde Andalsness, se llega a una carretera serpenteante, sueño de todo ciclista. Cortando la carretera, con escaleras escarpadas en la piedra, hay un sendero por el cual, en noches de luna nueva, suben los trolls hacia su morada. Cuenta la leyenda que en tiempos inmemoriales, cuando los valles aún no se habían formado, la hija del rey troll Romsdalskongen se casó con Rabben, hijo de otro rey troll de fama mundial. A su casamiento acudió la flor y nata de esta especie. Los padres, para celebrar el enlace, quisieron regalarles el paraíso. El paraíso troll es un gran valle tapizado de musgo y flores, delimitado por altísimas montañas para que ningún rayo de sol penetrara, y escondidos aquí y allá, piedras preciosas para dar luz a la oscuridad.
Desde el centro de visitantes de Trolltigen, un sendero hacia el lago Stigbotnvatnet es la puerta de entrada a ese paraíso de los trolls.Los trolls son seres que pueden vivir miles de años, pero un solo rayo de sol los convierte en piedra. Drove, el padre de Rabben, para proteger a su hijo le regaló a Owl, un búho-troll, el último de su especie, que tenía el poder de saber con exactitud el momento en que saldría el sol.
Al llegar al collado de Stabbeskartet, las vistas al valle del Romsdal y al monte Romsadhorn son espectaculares, aunque no tanto como la espectacular pared que cae vertical a nuestros pies. Una piedra nos invita a sentarnos con los pies en el aire, con más de 1000 metros de caída. Eso mismo les sucedió a los trolls cuando, después de una intensa noche de trabajo, lograron acabar la primera de las paredes del paraíso y se sentaron a contemplar la luz de la luna reflejada en los fiordos de Andalsness. Confiando en que Owl les avisaría, no hicieron caso al cielo rojizo que anunciaba un nuevo día. Dice la leyenda que Rabben fue el primero en convertirse en piedra, a su lado Myra con su vestido de novia, sus padres y otros invitados de la boda. Al lado de Rabben, en su hombro, como era su costumbre, está la piedra que en otro tiempo fue Owl, quien pudo con su último aliento cumplir su venganza contra aquellos trolls que habían extinguido a todos los de su raza.
Desde el otro lado del valle, desde el mirador de Dikjangskropa, podemos ver los vestigios de esta tragedia que ha dado nombre a la pared más alta de Europa.
NAILA JORNET BURGADA