En el corazón de Suiza, en los Alpes Berneses aparecen las paredes de Wendestock, unas murallas verticales de roca sólida y lisa donde fuertes escaladores han creado rutas temidas y respetadas. Con un carácter único, exigente y una distancia bastante generosa entre seguros. Nuestro objetivo es la vía Caminando en el Reissend Nolen. Con esta vía cerramos un proyecto personal, escalar en todas la zonas que aparecen en el libro de Arnaud Petit y Stephanie Bodet, “Parois de legende: Les plus belles escalades d’Europe”. Durante años este libro ha sido y aún es, una motivación y una fuente de inspiración en nuestras escaladas y viajes.
Información Práctica:
Via Caminando 7a+ max (6b+ obl) 500 m
Abierta por R. Baldinger y K. Ochsner 1983
Situación: Reissend Nollen, Wendestöck.
Punto de partida: Aparcamiento en WendenAlp, 46.75180133533607, 8.39361230657941
Bibliografía:
“Arrampicare in Svizzera” de Matteo della Bordella
“Parois de Legende: Les plues belles escalades d’Europe” A. Petit y S. Bodet.
“Extrem West” Edition Flidor , Vertical Life
El día anterior a la escalada llegamos al punto de partida, WendenAlp, donde finaliza una dimintura carretera rural. Un paraje de postal suiza entre prados, valles y grandes montañas. Con los prismáticos invertimos un buen rato en estudiar la pared y sus caminos. Tuvimos la fortuna de coincidir con cordadas que volvían de la pared y nos ayudaron a situarnos entre esas moles de roca y sus aproximaciones. La aventura ya comienza en la aproximación, con fama de poco evidente y expuesta, entre trepadas de rampas que no son de roca precisamente, sino de hierba extremadamente resbalosa. Pero el paso de los años y de escaladores han dibujado una mejor traza que sin dejar de ser comprometida, ofrece una aproximación no tan peligrosa.
Salimos al amanecer y en menos de 2 horas llegamos a pie de vía. Hicimos una parada al bi-vac de Vorbau. Allí dejamos algo de comida para el regreso .En este punto el terreno se torna más delicado y perdedor. Avanzamo entre travesías y trepadas por el zócalo rocoso de la base de la pared. Y finalmente llegamos a pie de vía, la referencia es el nombre de “Zingo” escrito en la pared, comparte inicio con “Caminando” nuestro objetivo. Nos equipamos y ya a disfrutar de la escalada. Nos espera un mar infinito de placa compacta y vertical que pone a prueba nuestra técnica de pies, fuerza de dedos y sobretodo pacienca e intuición para seguir línea ya que la distancia entre los seguros es más que considerable y casi siempre se pierden de vista.
Un regalo de la naturaleza para los amantes de las placas, gotas de agua , regletas con pies diminutos. Incluso los largo fáciles son exigentes y obligados. El largo supuestamente más dificil, el 7a+ , comparado con el resto y la tónica de la vía, nos pareció el más físico, desplomado y con mejores agarres (sin llegar a ser grandes presas… Que estamos en Wenden!) Escalamos hasta las 4 de la tarde y a esta hora decidimos bajar para asegurar la vuelta con luz de día. Así que rapelamos hasta el suelo y para el regreso seguimos las indicaciones de los locales que nos habían dado el día anterior.
Desde hace unos años el descenso se realiza por los de los rapeles de la pared de Vorbau un contrafuerte al pie del Reissend Nole. De este modo, no hay que destrepar las expuestas placas por las que habíamos accedido al pie de via. De forma más segura y ágil, estos rápeles nos dejan a poca distancia del bivac y desde este punto solo nos queda deshacer el camino de subida.
Quim Roumens y Lali Bofill